EL COLOR DEL TRABAJO

El Color del Trabajo

"En este mundo muchos hombres caminan encorvados, cada cual con su quimera, tan pesada como un saco de carbón. Pero ese monstruoso animal no es un peso inerte, sino que envuelve y oprime al hombre, prendiéndose en su corazón y a su cabeza.

Nadie sabe a donde nos conduce, pero sí que nos lleva alguna parte. Y si bien esa carga nos irrita y nos fatiga; su falta nos exaspera".

Sí y, nos guste o no, todos tenemos nuestra quimera, el trabajo o la ausencia de él. Eso que algunos consideran un castigo divino y otros un don necesario para vivir y ser alguien en la vida. Sí, esa quimera multicolor, como el arco iris, que según sea su portador, será vista de color: VERDE.- como la esperanza del joven por encontrar su primer empleo y obtener su independencia. AZUL.- como el mar de posibilidades que se nos abre al obtener nuestro primer salario. ROJO.- como la pasión y el esfuerzo de nuestros mineros, marineros, etc. AMARILLO.- como el estrés que nos causa las órdenes del jefe, los listados interminables, los fallos informáticos, los días de inventario... MORADO.- como la calma y el sosiego que nos debería deparar la jubilación. GRIS.- como el horizonte que se nos presenta, cuando entramos o no podemos salir de ese pozo sin fondo, llamado paro. NEGRO.- como todos los lunes cuando volvemos a la oficina después del fin de semana.

Pero quimera o no, el trabajo es un elemento imprescindible en nuestras vidas; es como la paleta del pintor. Por eso, el que la paleta de nuestra vida, sea en color o en blanco y negro; el que constituya una deseperada carga o sólo una herramienta más para llegar a nuestro horizonte, dependerá de nuestros pinceles y de los colores que queramos usar.