CUATRO DE "BRUMASTUR"

BRUMASTUR es un colectivo de diez personas, pintores y escultores, hombres y mujeres, que se han organizado para estimularse en la consecución de sus objetivos artísticos. El grupo cuajó dentro del movimiento cultural "Artearena". Se  reúnen en locales de la Asociación de Vecinos de La Arena y han expuesto en centros municipales de toda Asturias.

Pepita Balbín (Villaviciosa, 1952), aunque aficionada al dibujo desde pequeña se dedica a pintar desde hace unos diez años. Ha estudiado con Crespo Joglar. Presenta paisajes coloristas, con acertada intuición acerca de los efectos de sombras y luces. Trabaja deprisa, se deja llevar por el impulso interior, más cuando utiliza la espátula. Tiene grandes aptitudes para el retrato, que da por concluido cuando los ojos de la figura la miran. Pintar la deja cansada y vacía. Una buena señal.

Leonor Sahagún (Palencia, 1953) es autodidacta y pinta desde hace muchos años. Empezó al modo impresionista, pero ahora crea paisajes de colores puros, combinando puntos de vista diversos, y organizando composiciones geométricas que valoran la planitud de la tela. Su serie "Castilla" tiene como emblema una torre -sea románica, gótica o mudéjar- en todos los cuadros.

José Mª Giménez (Bilbao, 1942) firma "mijn", combinando sus iniciales con la palabra holandesa "mío". Empezó a pintar con 13 años y se acuerda de su profesor, el escolapio Padre Juan, que le decía: "Lo tuyo es modelar". Pinta y esculpe. Trabaja todo tipo de materiales, desde la resina o la madera hasta los electrodos de acero o el latón. Se inspira en sucesos de nuestro tiempo, le preocupa la naturaleza y el hombre en la Tierra. Su obra resulta muy sugerente y atractiva.

González de Soto (Gijón, 1952) es diseñador profesional. Trata de superar el mundo del blanco y negro. Hace diez años da paso al color, en un curso bajo la mano de Carlota García Bernardo. Se forma en la escuela del restaurador José Ignacio Yuste. Le apasionan las texturas. Pinta siempre sobre tabla y de ordinario utiliza arenas, barnices y acrílicos para conseguirlas. Habla con los cuadros, deja que le pidan cosas hasta que ellos mismos se dan por terminados. Nos sorprende con esta serie de pecados capitales.

JOSÉ A. SAMANIEGO