COLOR

COLOR

Hay en la obra de Faustino Pérez-Holanda lo que podríamos llamar sentido vocacional del color, y por tanto de pintura. Ni que decir tiene que este sentido pone de manifiesto en su trabajo no sólo su extraordinaria sensibilidad, sino también el poder de una emoción que se deja llevar por la impronta del cromatismo vivaz que refleja en la totalidad de su obra.

El artista toma el color en su máxima expresión, para realzarlo, y elegirlo como realidad de su verdad creativa.

Sólo con poder observar de forma individual uno de sus cuadros, podemos darnos cuenta y apreciar la gran cantidad de formas que utiliza para resolver de manera tan expresiva los múltiples temas con los que trata nuestra realidad cotidiana. La dota siempre de una gran energía y emotividad, mediante una explosión de color que nos permite disfrutar de la emoción de esa pincelada suelta y expresiva con que ha sido tratada; pincelada que ocasiona en nuestra percepción visual un sentido especial, un sentido de dinamismo, de movimiento, de vida.

En esta pincelada suya que llega a hacerse casi instintiva, intuimos todos los que tenemos la oportunidad de contemplar su obra, la total seguridad de que pronto tendremos otra vez la suerte de poder disfrutar, de volver a recrearnos en este estallido de color en el que Faustino Pérez-Holanda nos permite hoy sumergirnos.

R. Crespo-Joglar